Protección de activos con el arte como bien tangible

A lo largo de las décadas, el arte se ha consolidado como una opción de inversión sólida y cada vez más popular. En tiempos en que los mercados de capitales tradicionales se caracterizan por la incertidumbre, el arte cobra cada vez más protagonismo como componente de una estrategia de activos diversificada. Su capacidad para desarrollarse independientemente de las formas habituales de inversión, como las acciones, los bonos o los inmuebles, los convierte en un valioso complemento de las carteras de inversión equilibradas.

Con un volumen de mercado anual que supera los 50.000 millones de euros, es evidente el creciente interés que despierta el mundo del arte. Así lo confirma también el creciente número de visitantes a grandes eventos como Art Basel y Paris Photo, así como a otras manifestaciones artísticas internacionales. Grandes operadores financieros, como UBS, Banque Pictet/Carlyle y Morgan Stanley/Blue Rider Group, llevan décadas invirtiendo en este sector financiero.

Históricamente, las obras de arte han demostrado tener un valor extremadamente estable, incluso en tiempos de crisis y guerra. Su rendimiento apenas muestra correlación con los mercados financieros tradicionales, lo que los convierte en una alternativa atractiva. Otra ventaja de la adquisición de obras de arte es que los costes de mantenimiento son comparativamente bajos, lo que acentúa aún más el atractivo general del arte como forma de inversión.

El segmento del arte de posguerra y contemporáneo, en particular, ha experimentado una fuerte evolución positiva. Este sector artístico se caracterizó por su estabilidad y no se vio afectado en gran medida por las fluctuaciones habituales de los mercados financieros. Los expertos coinciden en que el mercado del arte funciona en gran medida con independencia de la evolución de los mercados financieros. Además, la adquisición de obras de arte sirve como elemento clave en la diversificación del patrimonio y también conlleva un alto grado de enriquecimiento emocional.